lunes, 17 de octubre de 2016

POESIA DE GLORINELA

ANTES Y AHORA

Antes, al verle marchar,
sentía una profunda pena;
ahora me encuentro serena
al marcharse, o al llegar.

Antes, creía percibir
sus palabras una a una;
hoy, si recordara alguna,
no las podría repetir.

¡Antes y ahora!... Pesar
al ver los pedazos siento,
de aquello que el pensamiento
se obstinó en idealizar.

Mas siendo duro trocar
en desamor la ternura,
mi ser entero procura
todo el pasado olvidar.

Pero ¡ay! al lograrlo sé
que hasta el fin arrastraría,
el alma mustia y vacía,
sin aliento, luz, ni fe...


RENUNCIACION

He renunciado a todo,
serenamente sin dolor, sin nada...
llevo en mi alforja mi tristeza a cuestas
y prosigo sonriendo muy cansada

Nada pido ni nada me importuna;
bajo mis noches huérfanas de luna
sigo hacia arriba lento caminando.

Y cuando llegue a la terrible cumbre,
serenamente, sin dolor, sin nada,
dejaré que mi vida se derrumbe...


NOCHE DEL TROPICO

Llevo en el alma un paisaje,
-paisaje plenilunar-
en que la comba estrellada
hallábase retratada
en el espejo del mar.

Los caireles de la espuma
jugueteaban sin cesar;
y la playa desolada
fingía una sierpe enroscada
a las orillas del mar.

Olvidada de mis cuitas,
tendida bajo el palmar
con voz muy queda cantaba
y mi canción remedaba
la copla eterna del mar.

Dormitaba mi memoria
bajo el influjo lunar,
como allá en la lejanía,
una gaviota dormía
sobre una boya del mar.

¡Hermosa visión lejana
que no he podido olvidar,
cuando en la noche radiosa,
la luna como una rosa
se deshojaba en el mar!