martes, 13 de junio de 2017


  • ALTIVEZ
Soy altiva, muy altiva,
orgullo necio tal vez;
mas no puedo ver el suelo,
mis ojos buscan el cielo
con una extraña altivez...

Con mi orgullo por escudo
y mi invencible desdén
por las cosas de la vida
voy por la senda perdida
buscando no sé ni qué...


Soy esquiva, nunca puedo
dar mi pena a conocer...
¿Para que mostrar al mundo
mi viejo dolor profundo
si no lo han de comprender?...

Y así paso en el silencio
viendo las horas correr,
lejos del mundo profano;
¡con mi orgullo de la mano
y por norma mi altivez!...


TU RECUERDO AGONIZA

Tu recuerdo agoniza en mi recuerdo,
del pensamiento siento que se esfuma,
como se esfuma el rostro de la luna
en noches borrascosas del invierno.

Yo que pensé que todo sería eterno,
que a pesar de la vida y de los años,
no sentiría jamás los desengaños
ni borraría el olvido tu recuerdo...

Pero a los sueños los deshace el viento;
lo que hoy es luz mañana será sombra;
lo que hoy tanto se amó ya no se nombra
con el mismo calor que en otro tiempo.

Tu recuerdo agoniza en mi recuerdo;
el olvido es la nube en que se esfuma
la luz opalescente de la luna
que alumbraba mis noches en invierno.

sábado, 4 de marzo de 2017

A SU SOMBRA

A la sombra de esta cruz
que en mi cabecera tengo
me refugio del dolor,
así como un niño enfermo
busca en el seno materno
lo grato de su calor...

En horas de desconsuelo
vuelvo los ojos al cielo
y veo en la sombra su luz;
que amargo sería mi duelo
si me faltara el consuelo
infinito de esta cruz!...


SERIA MEJOR

Y después de eso...?qué? Seguir viviendo
como si nada hubiera sucedido?
¿Proseguir por la cuesta sonriendo,
pero muy dentro el corazón sintiendo
cómo le muerde el áspid del olvido?

¿Pasar a solas en perpetua espera
con el mismo cansancio y desaliento?
Acariciar con fiebre esa quimera
mientras como una pálida encajera
borda sueños de amor el pensamiento?

¿Volver a contemplar lo que perdido
se creyó que se hallaba por la ausencia?
¡Ah, para no sentir lo ya sentido,
sería mejor no haberse desprendido
del abrazo letal de la inconsciencia!


DUERME

Duerme... No pienses más... Estás cansado...
Olvida los tropiezos que has tenido
en el largo sendero recorrido
y donde sólo espinos has hallado.

Deja de analizar con impaciencia
el "como" y el "por qué" de algunas cosas,
que hoy contemplas lejanas y borrosas
a través del cristal de la experiencia.

Mañana cuando cobres fortaleza
y te abandone el negro escepticismo,
te sentirás más dueño de ti mismo
e irrazonable tu letal tristeza.

Despójate del traje de enlutado
que ensombreciera más tu torvo ceño
y húndete en el olvido, en blando sueño...
Duerme... No pienses más... Estás cansado...



lunes, 2 de enero de 2017

POESIA DE GLORINELA

ENERO DIECISEIS

Enero dieciseis...Hoy como en esa
noche de plenilunio muy lejana,
se asocia su recuerdo a mi tristeza
y percibo su voz que se desgrana
ofreciéndome alivio y fortaleza.

Su recuerdo, que duerme en la distancia
y que tiempo ni ausencia han destruído,
y en este día retorna y su fragancia,
surgiendo de la huesa del olvido,
perfuma toda mi pequeña estancia.

Llega hasta mí sin ruido, lentamente,
y al verme solitaria y abstraída,
me acaricia las manos, suavemente,
y dice en baja voz: "¡sonríe... Olvida...
Ya pasará el dolor... Alza la frente!"


¡BENDITOS ELLA Y TU!

Tú y ella son, a un tiempo en mi memoria,
como si fueran una sola idea...
¡No puedo evocar nunca tu presencia
sin que a ella a tu lado no la vea!

Como la luz que esplende en la mañana
separada del sol jamás se advierte;
ni al bullicio alejado de la vida,
ni al misterio apartado de la muerte...

Así ella y tú, caminan siempre unidos:
tu sombra confundida con su sombra;
tanto, que si me nombras, imagino
que es ella en tu ternura quien me nombra.

Tus ojos tan amados, son sus ojos
que en silencio me dicen que confíe;
y al verte sonreir, pienso que es ella
que a través de tus labios me sonríe.

Su recuerdo me alienta y me sostiene,
tu presencia es la mano que me guía;
¡ambos son como un báculo de roble
donde se apoya la existencia mía!

¡Benditos ella y tú, seres amados
que unidos llevo siempre en la memoria!
¡Serán sus nombres la oración postrera,
cuando se cierre el libro de mi historia!


BENDICE AL TIEMPO

Bendice al tiempo que pasó... Bendice
a las horas de paz que te alumbraron
el espíritu en sombras. Ve de prisa
sin recordar el daño que te hicieron
y paga ese dolor que a tu alma dieron
con el preciado bien de una sonrisa.

Bendice al tiempo que dejó en tu vida
esa huella imborrable y misteriosa
que te ha hecho más noble, fuerte y sabio;
no olvides la lección que has aprendido
no podrá herirte ya ningún agravio.

Bendice al tiempo que pasó... Bendice
a esos seres esquivos que a tu vera
sólo regaron daño y egoísmo.
¡Perdona a todos con amor profundo,
porque si olvidas la maldad del mundo
nunca serás esclavo de tí mismo!