lunes, 15 de agosto de 2016

POESIA DE GLORINELA

PARA ENTONCES

Si llego a precederte
en el viaje supremo;
al hallarme rodeada de silencio y de paz
hundida en el abismo sin riberas del sueño,
abre calladamente este libro pequeño
y en él todo el misterio descifrado hallarás.

Para entonces tan sólo
te será permitido
penetrar al santuario que con fervor alcé
a la santa memoria del buen tiempo pasado,
en el que mansamente llegaste al desolado
páramo de mi vida sin ternura y sin fé.

Mientras llega la hora,
que duerma en el olvido;
no precisa que sepas que fuiste la razón
que dominó al inquieto lebrel de mi impaciencia,
que fuiste de mi alma la más sutil esencia
y el rítmico latido que alentó al corazón,,,


VIEJAS CARTAS

Viejas cartas que conservo
de seres que un día me amaron
y que al correr de los años
me olvidaron...

Amarillas, desteñidas,
ilegibles y borrosas,
¡al leerlas me recuerdan
tantas cosas!

¡Tantas cosas! Dulces unas,
rebosantes de ternura;
tristes otras, impregnadas
de amargura...

Viejas cartas,,,¡amuletos
que al marcharse me dejaron,
esos seres que hace tiempo
me olvidaron!


QUIETUD...

Quietud de mar sin espumas,
sin olas que el sol irisa,
sin barquillas peregrinas
que en las mañanas tranquilas
el viento sus velas riza...

Quietud de mar que no sabe
de ciclones ni rugidos...
...¡Quién al mirarte sereno
comprendiera que en tu seno
se agitan los remolinos?...

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